Ábside. La custodia del mal

Don Fabián Castresana, un erudito y acaudalado segoviano que mantiene conversaciones con el Museo Metropolitano de Nueva York (MET) para trasladar el ábside de Fuentidueña a Estados Unidos, donde podrá ser restaurado y reensamblado, se encuentra con la oposición de la Iglesia y el Gobierno de la época hasta que, finalmente, en 1948, se concreta su traslado a la ciudad de los rascacielos. La operación cuenta con el respaldo del mismísimo John D. Rockefeller Jr., magnate estadounidense que financia la instalación del ábside en The Cloisters, un conjunto de museos situados en el noroeste de Manhattan y dependientes del MET. 

Pero el traslado del hemiciclo no solo enfrentará las trabas impuestas por la Iglesia y el Gobierno. Una serie de inquietantes vicisitudes sumirá el proyecto y a sus protagonistas en una sucesión de infortunios, con asesinatos, persecuciones y amenazas que parecen formar parte de una oscura trama destinada a impedir que nada se mueva de su sitio. Todo apunta a que el ábside de Fuentidueña encierra secretos de gran importancia que algunos están dispuestos a proteger a toda costa. 

A lo largo de tres generaciones, la familia Castresana dedicará todos sus esfuerzos a preservar el ábside, alejándolo tanto del olvido como de aquellos que parecen tener intenciones siniestras.
Solo en nuestros días se logrará descifrar el enigma que podría haber cambiado el rumbo del mundo. Y será Germán, el último de los Castresana, quien lo haga tras enfrentarse a una realidad inasumible.